Últimamente, vengo chapándome ángeles
& pidiéndoles que me mantengan
a salvo de Dios & de su buen cielo rojo.
Los lujos siempre son secretos: yo
con toda mi sarta de mentiras, yo desde
el subsuelo, mirando el atardecer inmaculado,
vahos de pimentón dulce en el aire. Yo, con
vos, de noche, bañándonos en los diamantes
transparentes que caen en vez de lluvia. ¿Hay
palabra más feliz que este simple esconderse,
donde bailamos con una acústica cauta, donde
vos sos el único verdugo? El manantial cálido
de tu boca & todos sus placeres, tus manos fundidas
con mi piel caliente, el latido de tu corazón que conoce el mío:
mi propio pelotón de fusilamiento. Me desmorono en ruinas,
desarmado alrededor de tus tobillos. Alabaría
tu rectitud, pero no sos la víctima. Ni tampoco
el villano. Sos apenas un tipo hermosísimo.
Vos, todas mis orquídeas & violetas. Mi
arrebato. Me pregunto cuál cara
le vemos a Dios en pleno goce.