El cero no es un numero natural. Alex

¿Alguna vez te quedaste ciega?, pregunta uno de los versos de este libro. Es que ¿alguna vez te ubicaste en el afuera de la visión, cerraste los ojos y al abrirlos el mundo era otro? Casi como desconectarse de internet un mes y al registrar el estado poético de las cosas de los días. Encontrar las redes posibles, otras formas de mirar, palabras que arman luminosidades, reconstruyen la historia y rehacen el presente.
Los poemas de El cero es un numero natural navegan las aguas de la contemplación pero se extienden en las reflexiones acerca de la amistad, la naturaleza y el linaje matriarcal. La ciudad es el afuera, las montañas el centro de una escena: la posibilidad del amor colectivo. De ahí el aire ritual, primero, fundante, de estos poemas. El estado cero de un pensamiento y la naturalidad de después: ¿Te acordás de todo eso que nos preocupaba en la ciudad?