La débil mental es el relato de una relación casi animal entre madre e hija, de una pulsión sexual inagotable, de la biografía de un cuerpo donde todo está sepultado. Narrada a través de tremendas escenas breves (madre e hija en clubes, con hombres, con whisky; pero también jugando juntas, divirtiéndose) la novela nunca se vuelve sórdida, sino al contrario: roza la poesía, y formula una poderosa interrogación sobre la condición humana, sobre el deseo, sobre los imposibles mandatos familiares.