La secreta furia y el implacable y divertido humor negro de Ariel Luppino inventa o
crea una especie de pseudo español para que un serbio nos demuestre nuestra crueldad e imbecilidad, nuestra mezquindad e insaciable instinto asesino. Porque
serbios o croatas, uruguayos o argentinos…historia muy triste de contar.
Preferiría no hacerlo. Esta obra excepcional es un fiel espejo de esa bestia nauseabunda a la que llamamos el corazón humano.
Felipe Polleri.